En los últimos años, México se ha convertido en un punto estratégico para la instalación de centros de datos de grandes empresas tecnológicas como Amazon, Meta y Microsoft. Estos centros son esenciales para el funcionamiento de servicios en la nube, inteligencia artificial (IA) y el almacenamiento de grandes volúmenes de datos. Sin embargo, su enorme consumo de agua y energía plantea serios desafíos, especialmente en un país donde el acceso a recursos hídricos es limitado.
La expansión de los centros de datos
Empresas como Amazon Web Services (AWS), Meta y Microsoft han invertido significativamente en México para construir infraestructuras de datos. AWS, por ejemplo, ha establecido centros de datos en Querétaro, aprovechando la ubicación estratégica y la infraestructura existente. Estas instalaciones son vitales para soportar servicios en la nube y aplicaciones de IA, que demandan una gran cantidad de recursos para su operación.
El consumo de agua y energía
El principal reto de estos centros de datos es su alto consumo de agua y energía. Los centros de datos utilizan sistemas de enfriamiento que requieren grandes volúmenes de agua. Según estudios, un centro de datos de tamaño mediano puede usar tanto agua como tres hospitales o dos campos de golf. En climas cálidos como el de México, la demanda de agua aumenta considerablemente en verano debido a las necesidades de enfriamiento adicionales.
Para poner esto en perspectiva, los centros de datos hiperescala, como los que utiliza Google, pueden consumir alrededor de 2.1 millones de litros de agua al día. Esto equivale a aproximadamente 760 millones de litros anualmente. Aunque algunas empresas están adoptando medidas para utilizar agua reciclada o no potable, la mayoría del agua utilizada sigue siendo potable, lo que agrava la situación en áreas con escasez de recursos hídricos.
Estrategias de mitigación
Conscientes del impacto ambiental, las empresas tecnológicas están implementando diversas estrategias para mitigar su huella hídrica. Microsoft, por ejemplo, se ha comprometido a reponer más agua de la que consume para el año 2030. Esto incluye inversiones en proyectos de conservación de agua y la mejora de la eficiencia de los sistemas de enfriamiento. En México, Microsoft ha apoyado proyectos en el Lago de Xochimilco para restaurar hábitats acuáticos, con el objetivo de recargar acuíferos y mejorar la calidad del agua.
Por su parte, Amazon ha invertido en el uso de agua reciclada para sus sistemas de enfriamiento y en tecnologías avanzadas de tratamiento de agua que permiten reutilizar el agua varias veces antes de ser desechada. Meta también está financiando proyectos para mejorar la gestión del agua en comunidades locales, reduciendo así la demanda de agua potable.
La llegada de grandes centros de datos a México trae consigo beneficios económicos y avances tecnológicos, pero también plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad y gestión de recursos. Es crucial que tanto las empresas tecnológicas como las autoridades locales trabajen juntas para desarrollar soluciones que mitiguen el impacto ambiental y aseguren un uso responsable de los recursos hídricos y energéticos. Solo así se podrá garantizar que el crecimiento tecnológico no comprometa la disponibilidad de recursos esenciales para las comunidades mexicanas.