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En septiembre de 2024, España marcó un hito en la protección y regulación de los derechos de los animales con la entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal. Este marco legal establece nuevas obligaciones para los propietarios de mascotas, con el objetivo de fomentar la tenencia responsable y garantizar tanto la seguridad de los animales como la de la sociedad.
Seguro de responsabilidad civil: una medida para todos
Una de las disposiciones más destacadas es la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para todos los perros. Antes de esta normativa, solo los dueños de razas consideradas peligrosas estaban sujetos a esta exigencia. Ahora, cualquier propietario deberá contar con una política que cubra posibles daños a terceros, ya sean personales o materiales.
El coste de estos seguros resulta accesible para la mayoría: entre 25 y 30 euros anuales para perros estándar, y alrededor de 50 euros para razas peligrosas. Además, muchas pólizas de hogar ya incluyen esta cobertura, lo que facilita su adopción.
Más allá del seguro: el microchip y la salud animal
A partir de enero de 2025, se implementará otra medida clave: los animales que no cuenten con un microchip no podrán recibir antibióticos. Este requisito no solo fomenta la identificación y registro de las mascotas, sino que también busca reducir el uso indebido de medicamentos en animales no regulados.
Multas y consecuencias por incumplimiento
El incumplimiento de estas normativas puede tener consecuencias graves. Las multas por no contratar un seguro oscilan entre 500 y 10.000 euros, lo que subraya la importancia de adherirse a la ley. Para quienes deseen mayor protección, existen seguros que incluyen asistencia veterinaria, defensa jurídica y compensaciones por pérdida o robo, con costos que llegan hasta los 400 euros anuales.
Un cambio hacia el bienestar
Además de las obligaciones, la ley prohíbe la venta directa de perros, gatos y hurones en tiendas, un paso significativo hacia la adopción responsable y la reducción de la cría indiscriminada. Estas medidas refuerzan un enfoque ético que reconoce a los animales como seres santos, dignos de respeto y protección.
La Ley de Bienestar Animal no solo establece normas para los propietarios, sino que también redefine la relación entre humanos y animales, promoviendo un entorno más seguro, justo y compasivo para todos.
