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China ha dado un paso significativo en la combinación de energía renovable y producción alimentaria con la implementación de paneles solares flotantes en embalses y su innovadora aplicación en la acuicultura. Este modelo de energía, conocido como acuavoltaica, está transformando la producción de electricidad al tiempo que optimiza el cultivo de especies marinas como los pepinos de mar.
Paneles solares flotantes: una apuesta por la eficiencia
El más reciente proyecto fotovoltaico flotante de China se encuentra en el embalse de Dingzhuang, en la provincia de Shandong. Con una extensión equivalente a 800 campos de fútbol, la planta cuenta con más de 600 000 paneles solares, distribuidos en 81 secciones equipadas con sistemas avanzados de monitoreo. Estos paneles no solo generan energía limpia, sino que también aprovechan la superficie acuática para incrementar su eficiencia, ya que el reflejo del agua mejora la captación de luz solar.
A diferencia de los parques solares tradicionales, los paneles flotantes reducen la evaporación del agua y limitan el crecimiento de algas, lo que contribuye a la conservación de los recursos hídricos. Este tipo de tecnología es clave para regiones con limitaciones de espacio terrestre y una alta demanda de energía renovable.
La innovación de la acuavoltaica: energía y acuicultura en un mismo espacio
El siguiente paso en la evolución de la energía solar flotante en China es su integración con la acuicultura, un enfoque revolucionario que está demostrando ser altamente beneficioso. La combinación de paneles solares con el cultivo de pepinos de mar (Apostichopus japonicus) ha resultado en condiciones óptimas para su crecimiento y un incremento en la producción.
Un estudio reciente realizado en el delta del Río Amarillo comparó estanques con sombra parcial proporcionada por los paneles solares con estanques sin sombra. Los resultados mostraron una reducción del 80,5% en la intensidad lumínica y una disminución de 1,2°C en la temperatura del agua. Estas condiciones favorecieron el crecimiento del pepino de mar y redujeron su tiempo de estivación, permitiendo una producción más eficiente.
Los productores locales reportaron un rendimiento de aproximadamente 900 kg por hectárea en los estanques con paneles solares, en comparación con los 750 kg por hectárea obtenidos en estanques sin sombra. Esto demuestra que la acuavoltaica no solo permite el aprovechamiento dual del espacio, sino que también mejora la productividad y rentabilidad de la acuicultura.
Desafíos y oportunidades para el futuro
Si bien los avances en energía solar flotante y acuavoltaica son alentadores, también existen desafíos a considerar. La expansión de estas tecnologías debe realizarse con un enfoque sostenible para evitar impactos negativos en los ecosistemas acuáticos. Además, la implementación de estos sistemas a gran escala requiere inversiones significativas y regulaciones claras que garanticen su viabilidad a largo plazo.
No obstante, el modelo de China podría servir de inspiración para otros países con recursos hídricos limitados y alta demanda energética. La combinación de energía solar con la producción de alimentos es una solución innovadora que podría transformar la manera en que aprovechamos los recursos naturales de manera eficiente y sustentable.
Con esta iniciativa, China reafirma su compromiso con la transición energética y la seguridad alimentaria, abriendo el camino hacia un futuro donde la tecnología y la sostenibilidad vayan de la mano.
