En las últimas décadas, los perros han dejado de ser simples compañeros de caza o vigilancia para convertirse en miembros de nuestras familias, integrándose en un estilo de vida urbano y sedentario. Este cambio ha despertado el interés de los científicos, quienes sugieren que estamos presenciando una nueva fase en la evolución y domesticación de los perros, adaptada a las demandas contemporáneas.
Un estudio reciente de Brian Hare y Vanessa Woods, investigadores de la Universidad de Duke, explora cómo las habilidades cognitivas y sociales de los perros están evolucionando para responder a las necesidades del siglo XXI. Este fenómeno representa, según los expertos, una «tercera ola de domesticación» que redefine el vínculo entre perros y humanos en términos de adaptabilidad social y emocional.
La evolución de los roles de los perros
Históricamente, los perros fueron valorados principalmente por sus habilidades prácticas, cuentos como la caza y la vigilancia. Sin embargo, la urbanización y la vida moderna han cambiado drásticamente estos roles. En lugar de guardianes o cazadores, los perros de hoy son compañeros de vida, adaptados a ambientes cerrados y actividades tranquilas. Esta transformación, impulsada por la domesticación, está moldeando una nueva generación de perros que no solo buscan la compañía de los humanos, sino que también necesitan encajar en la dinámica de un entorno urbano.
Los perros de servicio: La vanguardia de la nueva domesticación
El estudio destaca a los perros de servicio como el futuro de esta nueva domesticación. Estos animales, entrenados para asistir a personas con discapacidades, muestran una inclinación natural hacia la interacción humana y exhiben habilidades sociales superiores en comparación con los perros domésticos comunes. La selección artificial para fomentar características como la calma, la sociabilidad y la disposición a aprender los coloca en la vanguardia de esta evolución, respondiendo de manera óptima a las demandas del entorno actual.
Este proceso recuerda al experimento ruso de los años 50 con zorros, en el cual se seleccionan animales amigables hacia los humanos, resultando en cambios rápidos de comportamiento y temperamento en la especie. De manera similar, los perros de servicio actuales están mostrando cómo la selección por personalidad y sociabilidad puede influir rápidamente en su evolución.
Un futuro canino en el mundo urbano
Hare y Woods sostienen que estamos presenciando solo el comienzo de esta tercera ola de domesticación. Las preferencias de los dueños de perros están cambiando: buscan compañeros adaptables, tranquilos y con la habilidad de convivir en un espacio urbano y estrechamente vinculado a los humanos. Estos cambios, impulsados tanto por la demanda como por la crianza, podrían llevar a una evolución que vaya más allá de la morfología o la estética, enfocándose en la capacidad de los perros para adaptarse emocional y socialmente.
El futuro de los perros parece orientarse hacia una adaptación completa a la vida humana moderna, en donde la personalidad y el temperamento desempeñarán un papel central en la selección de razas. Como lo predicen Hare y Woods, el hogar podría convertirse en el núcleo de la próxima fase de domesticación canina, preparando a nuestros fieles compañeros para ser no solo parte de nuestras familias, sino también para enfrentar el acelerado cambio en los estilos de vida humanos.